domingo, 10 de mayo de 2015

Comentario de Ortega. Texto 3º.




Comentario de un texto de Ortega (III).


1.- Exponga la temática del texto (líneas 58-85)

En este fragmento, perteneciente a la obra “El tema de nuestro tiempo” (1923), y más en concreto al capítulo “La doctrina del punto de vista”, Ortega continua con la crítica al racionalismo y al relativismo. Ortega añade a la imagen de “medio transparente”  la noción de “yo puro”, procedente de la tradición kantiana, para resaltar su carácter universal y su aislamiento de la experiencia, siempre cambiante. Sorprende que no se sirva de imagen o noción alguna para criticar al relativismo. Frente a ambos Ortega propone una doctrina intermedia. El sujeto humano actúa ante la realidad como si fuera un cedazo o retícula, que solo deja pasar lo que de aquella se ajuste a las medidas de ese cedazo o retícula, que son sus propias capacidades. Este sujeto-retícula es muy diferente del ente racional fabricado por el racionalismo, que pretende captar la totalidad de lo real. También es muy diferente del sujeto que defiende el relativismo (aquí vuelve a faltar una noción precisa que lo defina), porque no se inventa la realidad, no convierte la realidad en una ilusión fabricada por él mismo. Entre los elementos que selecciona no solo están las verdades, como podríamos supones, sino también los fenómenos y los hechos. Son las capacidades del sujeto las que permiten que las cosas que componen la realidad puedan convertirse en fenómenos o hechos dignos de tenerse en cuenta.

Para ilustrar esta nueva concepción del sujeto, Ortega recurre a la teoría psicofisiológica de los umbrales sensoriales. Todos nuestros sentidos tienen un umbral máximo y un umbral mínimo, por encima o por debajo del cual es imposible la sensación. La vista sólo reacciona ante estímulos situados entre los rayos infrarrojos y los rayos ultravioletas, o sea, está limitada a la gama de colores del arco iris. Lo mismo sucede con los sonidos. El oído sólo es sensible a vibraciones de entre 20 y 20.000 ciclos por segundo. Gran parte de esas ondas electromagnéticas quedan fuera de nuestra sensación, pero las que caen dentro de los umbrales son tan reales como las que están situadas más allá. Ortega no extiende la comparación psicológica mas allá, porque ello le obligaría a precisar el concepto de realidad e introducir distinciones que ahora, por afán de claridad, no considera conveniente hacer. Los hará más adelante. Pero es importante destacar que ese abanico de estímulos que consigue penetrar en el sujeto no forma un conjunto caótico, sino una estructura con sentido. Y sólo así el sujeto sabe de ellos.

2.- Justificación desde la posición filosófica del autor.





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